El catalán Eduard Prades (Mopesa) ha reivindicado que se merece una oportunidad en el campo profesional, al ganar brillantemente el Memorial Valenciaga, cuarta prueba de la Copa de España en ruta, y acceder al liderato de la misma.



Prades llegaba con 1-08 sobre su compañero Airán Fernández y Borja Abasolo (Azysa-Telco-Conor), con 1-17 sobre el chileno Adrián Alvarado (Extremadura-Spiuk) y con 1-23 sobre Antonio Pedrero (Lizarte). A 1-27 llegaba Andrés Vigil (Andalucía) dando tiempo a un pequeño grupo en el que iba Mike Terpstra (Azysa-Telco-Conor).



De esta forma, Prades suma 411 puntos, frente a los 358 de Terpstra y los 334 de Fernández. El anterior líder, Rubén Fernández (Caja Rural), abandonaba por caída con una posible fractura de radio que, desgraciadamente se confirmaba después, por lo que dice adiós a sus opciones en la Copa, aunque aún se mantenga entre los mejores -cuarto con 296 puntos- y siga siendo el líder sub23.



Se da la circunstancia de que Prades perdió el año pasado el liderato de la Copa en esta misma prueba, por lo que se ha tomado la revancha. “Era la txapela que me faltaba”, comentaba el catalán en alusión a que ya se había impuesto en Aitzondo y Lagazpi, las otras dos pruebas vascas de la Copa de España, “que es mi gran objetivo de este año, aparte de pasar al profesionalismo”.



Beñat Txoperena (Bidelan), Jesús López (KTM), Rodrigo Araque y Manuel Jiménez (Diputación de León) fueron los primeros atacantes del día. Concretamente saltaban en el kilómetro 15, y rápidamente cobrarían ventaja que llegaría a ser de siete minutos en el kilómetro 58, aunque entre medias rodaba un grupo con Alejandro Alvarez (Gomur), Adrián Blázquez (Smilekers) y Manuel Vicente (Diputación de León), que nunca se les acercó a menos de dos minutos, hasta el kilómetro 75.



Fue en las rampas de Elgeta, de segunda, con la cima en el kilómetro 99, cuando se rompía el cuarteto de cabeza, al descolgarse primero Araque, luego Jiménez y finalmente López, cayendo todos ellos en las fauces del pelotón, lo mismo que Txoperena, poco después de coronar.



Comenzaba una nueva carrera, mucho más movida, que tendría su punto culminante en la subida a Ixua, de primera, donde se produciría la fuga definitiva con Prades, Alexei Rybalkin (Lokomotiv) y José David Martínez (Mutua Levante), aunque estos no aguantarían el fuerte ritmo del catalán, que coronaba en solitario.



En el descenso, donde caía el líder de la Copa, se formaba un grupo perseguidor de veinte unidades, pero que no podía con el poderío de Prades, que en el puerto de San Miguel, a veinte de meta, rodaba con casi un minuto y medio, ventaja que aumentaría hasta 1-45, aunque al final regularía para hacerse con el triunfo.



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