El alemán del Etixx sorprende a los sprinters y se coloca como nuevo líder
Nibali fue el más que lo intentó en los tramos de pavés, pero sin el éxito de 2014
Contador, Quintana y Purito aguantaron bien las embestidas del Astana y el Sky

Tony Martin se impuso en la temible etapa de pavés de la cuarta jornada del Tour de Francia. El ciclista alemán atacó en los últimos kilómetros de un día donde los favoritos llegaron juntos, por lo que no hubo diferencias de cara a la general, a excepción de Pinot, que perdió la minutada. El alemán del Etixx-QuickStep, nuevo líder de la ronda gala.

La jornada de pavés del año pasado dejó marcados a muchos. Es por eso que durante meses han preparado a conciencia la etapa de hoy y eso se ha notado, y de qué manera. Porque ninguno de los 'gallos' de la general ha perdido tiempo pese a los siete tramos de pavés que tenía el día para completar un total de 13,3 kilómetros sobre terreno empedrado.

En la anterior edición, Nibali fue quien sorprendió a todos para dar un enorme golpe de autoridad a sus rivales. Y ha sido otra vez el italiano el que ha intentado hacer lo mismo, aunque esta vez sin éxito. Le tenían tomada la medida desde el año pasado y nadie le dejó apenas un metro de ventaja pese a dejar claras sus intenciones desde el segundo tramo de adoquines del día, el de De Artres a Famars, de 1,2 kilómetros.

Allí, a casi 50 kilómetros de meta, se vio pasar algún apuro a hombres como Contador o Quintana. No así al líder, Chris Froome, que volvió a mostrar hoy su carácter más ambicioso. La historia se repitió en el siguiente tramo, el de De Artres a Famars, de 1,2 kilómetros. El Astana volvió a tensar la cuerda y esta vez sí se rompió el gran grupo, dejando fuera de combate a hombres como Rolland o Hesjedal. Era la primera gran selección del día.

En el quinto empedrado del día, el de Saint-Python, de 1,5 kilómetros, Nibali, que a punto estuvo de irse al suelo tras cerrarle sin querer Tony Gallopin, decidió pasar definitivamente al ataque. Se le hicieron muy cortos estos tramos al siciliano, que pronto era neutralizado por el resto de favoritos. Sin embargo, uno de ellos, Pinot, no pudo seguir con todos ellos en el siguiente tramo, el de De Tertre a Quiévy, el más largo del día con 3,7 kilómetros. Sufrió un pinchazo, esperó una eternidad a que le cambiaran de bicicleta y, ya en el asfalto, paró para que le cambiaran de nuevo la bici para que se ajustara a su tamaño. En total, una minutada y adiós a sus posibilidades de ganar este Tour. Su enfado fue una de las imágenes del día.

En ese momento, por delante, Tony Martin también sufría un pinchazo. El del Etixx era ayudado por Trentin para lograr reengancharse con el grupo cabecero. El alemán tuvo que cambiar de bicicleta y así terminó la etapa, con triunfo y liderato. Si hubiera tenido su bici quién sabe si no habría sacado incluso más tiempo...

Y todo después del último tramo de pavés, el de De Avesnes a Carnières, donde sí hubo más movimiento en el 'gallinero'. Nibali, quién si no, volvió a intentarlo y logró abrir un pequeño hueco llevándose a Froome, Thomas, Valverde, Van Garderen, Degenkolb o Van Avermaet, entre otros. No estaban, sin embargo, ni Contador (que tuvo que hacer los últimos 20 kilómetros con la llanta trasera rota), ni Quintana ni Purito. Pero estos no tardaron en ponerse de acuerdo y finalmente, pese a la insistencia de Thomas, lograron conectar. Así, todos juntos, llegarían también a la meta de Cambrai. Al final, muchas piedras y poco ruido...

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