Segundo en el Giro 2012, tercero en la Vuelta 2012 y tercero en el Tour 2013, tres Grandes Vueltas consecutivas en el podio es el excelente bagaje de Joaquim Rodríguez que ha culminado un Tour del centenario de menos a más y solo ha sido superado por Chris Froome y Nairo Quintana.

El balance para el corredor del Katusha no podía ser mejor en los Campos Elíseos con una sonrisa de oreja a oreja por la presencia de sus hijos a su lado: "La verdad que es impresionante. Ha sido un día muy especial. Todavía no me lo creo, ha sido inolvidable. Tenemos una regularidad en el equipo muy buena en las últimas vueltas, esperemos que siga así. Hemos cogido una dinámica en el equipo de trabajo y de seguridad muy buena. En este Tour de Francia sobre todo porque era de las tres Grandes la más complicada entrar en el podio siendo el Centenario para nosotros ha sido algo impresionante".

El primer escalón es el único que le falta al catalán y espera conseguirlo algún día. "He estado dos veces muy cerca, espero que a la tercera vaya a la vencida", destacó tras terminar la última etapa.

Su felicidad era inmensa, acompañado por sus hijos en París: "Por suerte no tengo que escoger, sino que voy a tener las dos cosas, mis hijos y el podio, es lo más grande que me puede pasar", indicó.

"Sé que este resultado es muy importante para Katusha, Rusia y en especial Igor Makarov; esto es gracias a él que you pueda conseguir este tipo de resultados, así este podio está dedicado a él. También que agradecer a mis compañeros: su increíble trabajo me ayudó a recuperar mi desventaja en la clasificación. Pienso que he probado mi continidad otra vez: este es mi tercer podio consecutivo en un Gran Vuelta, y el hecho de que lo consiguiera en el Tour después de los problemas en la primera semana lo hace aún más especial", finalizó.

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