Chris Froome se ha anotado la primera etapa de montaña del Tour de Francia con meta en Le Planche des Belles Filles. El corredor de Sky tensó en los dos últimos kilómetros de ascensión y todavía tuvo fuerzas para rebasar a Cadel Evans en los últimos cien metros.

Tras la etapa, Froome hablaba para las cámaras de televisión y aseguraba que “ganar la etapa no entraba en nuestro plan, no estaba previsto y no me veía capaz de lograrlo. Cuando Evans atacó, honestamente, pensaba que era el más fuerte. No sé si había visto el final, porque era muy duro y pensé que cambiado el ritmo demasiado pronto. Entonces vi a Bradley que aguantaba bien, vi que podía llegar hasta Evans y lo logré”.

Froome también quiso destacar la labor de equipo. “Han hecho un trabajo increíble, sobre todo Porte al final. Salimos muy reforzados de esta primera etapa de montaña. Ha sido fantástico para el equipo. Lo más importante para nosotros era llevar a cabo nuestro plan, y lo hicimos. Hemos demostrado nuestra fuerza”.

Sobre la posibilidad de rivalizar con su compañero Bradley Wiggins, Froome resta hierro al debate y asegura que “correr como lo hemos hecho beneficia a todo el equipo. Además, Wiggins tiene dos cronos que le benefician más. El objetivo del equipo es el amarillo de Wiggins, pero es bueno que yo pueda estar arriba en la general. Así podemos amenazar a nuestros rivales”.

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