Después de su aparatosa caída del sábado por la que acabó en el hospital con un fuerte golpe en la cara, incluida una fractura del maxilar, y con un dedo roto, Markel Irizar se ha recuperado rápidamente y esta misma semana se reunirá con sus compañeros del RadioShack-Nissan-Trek en la concentración de Calpe. "Ya estoy sin puntos en la cara. Mañana me uniré a mis compañeros de equipo en Calpe", confirma en su Twitter.

"De vuelta al rodillo. Normalmente me uniré a la concentración del equipo el jueves. Deseando olvidar todo y empezar de nuevo", aseguraba horas antes en su Twitter.

Su fotografía en el hospital, con la cara hinchada y ensangrentada y con un ojo completamente cerrado, impactaba, aunque afortunadamente las lesiones no fueron graves.

El guipuzcoano no recuerda nada del accidente. "Sé que estaba entrenando, que iba por Osintxu, camino de Bergara, y el siguiente recuerdo que tengo es en el hospital. No me acuerdo qué es lo que pasó. Me caí, eso es evidente, pero no sé qué me pasó. Había quedado con Haimar (Zubeldia) y Amets (Txurruka) para entrenar, pero no llegué. Normalmente quedamos en Deba. Luego ví llamadas de Haimar, pero cuando llevaba ya un tiempo en el hospital". aseguraba hace unos días en el Diario Vasco.

Irizar confía en que está caída no influya en la programación de la temporada que pasa por debutar en la Vuelta a Andalucía, que ganó en 2011, y acompañar a Fabian Cancellara en las clásicas hasta Roubaix. Despúes tiene previsto el Tour de California, el Dauphiné, el Tour de Francia -forma parte de una lista de 14 corredores-, la Clásica de Donostia y la Vuelta a España. Para

"Tampoco me va a perjudicar mucho la preparación. Estamos en diciembre y tengo tiempo suficiente para coger un buen punto de forma y comenzar la temporada en condiciones", destaca.

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