Dice tener una motivación extra

Contador aseguró que para lograr su cuarto Tour de Francia debe afrontar con garantías la contrarreloj de Grenoble del penúltimo día igualado en la general o un poco por encima de Evans y con un minuto de desventaja sobre los hermanos Schleck.

Alberto Contador ha afrimado este lunes que tiene que atacar en los Alpes para recuperar parte del tiempo perdido en el Tour de Francia, porque considera que en la situación actual no tiene opciones de imponerse y afirmó que está con ganas de que llegue el terreno para remontar.

Asediado por las caídas y los problemas, el ciclista de Pinto afronta la última semana con unas diferencias de entorno a dos minutos con el resto de los favoritos a la victoria final en París.

En ese contexto, el madrileño considera "imposible" ganar el Tour de Francia, por lo que cree necesario atacar en los Alpes, donde cree que estará "mejor que en los Pirineos".

Contador aseguró que para lograr su cuarto Tour de Francia debe afrontar con garantías la contrarreloj de Grenoble del penúltimo día igualado en la general o un poco por encima de Evans y con un minuto de desventaja sobre los hermanos Schleck.

El madrileño indicó que tratar de remontar es "una motivación extra" para afrontar la carrera, pero no lo consideró el mayor desafío de su carrera deportiva.

No está tan fresco como en el Giro
"Tengo una tranquilidad grandísima con todo lo que he hecho esta temporada, todo lo que he ganado. En el Tour lo he hecho lo mejor que he podido, lo afronto de una forma diferente, tengo ganas de que empiece", afirmó.

Contador reconoció que no tiene la misma frescura y nivel físico que mostró en el pasado Giro de Italia.

"Estoy a otro nivel. Hay que ser conscientes de que el Giro no es la mejor preparación para el Tour, se nota a la hora de recuperar, no tengo esa frescura del Giro que me permitía correr al ataque", aseguró.

Agregó que los puertos del Giro estaban más cerca unos de otros, lo que facilitaba los ataques desde más distancia.

Mermado por los problemas en su rodilla, que le impiden correr "de forma natural" y que le obligan a "cambiar de estilo", Contador aseguró que se vio incapacitado para atacar en los Pirineos como le hubiera gustado.

"Si hubiera tenido piernas y hubiera estado en buenas condiciones para atacar lo habría probado, porque es mi forma de correr y por el ambientazo que había allí. Era increíble, con toda la afición, me habría encantado y habría probado", indicó.

Contador se refirió a la actitud de los hermanos Schleck y dijo que cada vez tienen menos margen para decidir cual de los dos luchará por la general.

"Cada día que pasa sin saber cuál es la baza que van a jugar para la general es más complicado. Tienen que pensar en su táctica, ellos saben cual está mejor y uno de ellos tendrá que hipotecarse por el otro. Si no, lo tendrán complicado con Cadel Evans o con el mismo Thomas Voeckler, que está muy ilusionado y al que va a costar quitarlo de ahí", comentó.

Consideró al australiano como el principal favorito en la situación actual. "Cada día que pasa tiene más cerca la victoria", afirmó, pero señaló que Voeckler está, "con las mismas posibilidades en este momento".

"Ha pasado bien los Pirineos y en la etapa de Pinerolo no tendrá problemas. En las otras dos puede perder tiempo, pero tiene mucho margen", afirmó.

Contador afirmó que no se cree que no forme parte de los favoritos, tal y como aseguró hace un par de días Andy Schleck, quien designó a Evans y al italiano Ivan Basso como los hombres a batir.

"Ya me gustaría que no salieran a por mi cuando ataco", dijo con una sonrisa en los labios.

El madrileño se mostró convencido de que la carrera cambiará en los Alpes, porque los puertos son más largos y están a mayor altitud, lo que generará problemas a algunos ciclistas.

Señaló que "las tres etapas alpinas serán importantes porque hay mucho tiempo que recuperar", pero destacó las dos últimas, con final en el Galibier y en Alpe d'Huez.

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