Malacarne ganó en Torrelavega, donde Duarte volvió a vestirse de plata. El colombiano tendrá que confirmar hoy su liderato en Potes

El Francés Gael Malacarne (Bretagne-Schuller) se hizo con el triunfo en la quinta etapa del Circuito Montañés, entre Polanco y Torrelavega, de 173 kilómetros, en la que el colombiano Fabio Duarte (Colombia es Pasión-Café de Colombia) mantuvo la prenda plateada que le acredita como líder de la prueba sin grandes complicaciones. Pero la gran noticia del día para ciclistas y aficionados fue que no hubo lluvia. Por primera vez en esta edición de la vuelta montañesa, la lluvia dio una tregua. Estábamos todos tan contentos de no mojarnos que el incontestable triunfo de Malacarne en la meta de Torrelavega pasó casi a un segundo plano.
Y es que las victorias francesas empiezan a ser ya algo habitual en este Circuito 2010. Ayer Malacarne logró la tercera para el conjunto de Bretaña tras llegar en solitario a la meta torrelaveguense. El galo estuvo escapado durante 92 kilómetros, primero en compañía y a falta de 10 kilómetros se quedó solo ante el peligro. En ese momento el profesional francés demostró su clase como rodador para alcanzar en Torrelavega su segundo triunfo como profesional.
La etapa de ayer se ajustó bastante al guión previsto. Después de la paliza que los corredores se metieron el sábado en El Chivo y de lo que les espera hoy camino de Potes, tampoco era cuestión de forzar demasiado.
Polanco madrugó ayer para vivir ciclismo. Y es que antes de darse la salida del Circuito, se celebró el día de la bici en la localidad. Y desde este pueblo, acostumbrado a las bicis y de grandes aficionados al ciclismo, partieron ayer los 105 corredores que sobrevivieron a la etapa reina.
El alto de Palombera, de salida, causó algún estrago que otro. El puerto que atraviesa la Reserva del Saja, con sus 20 kilómetros de ascenso fue el escenario que eligieron Lubonir Petrus (Powerplus) y Miguel Ángel Candil (Selección española) para empezar a mover la carrera. Tras ellos se fueron Florian Vachon (Bretagne) y Luis Felipe Laverde (Colombia). Estos dos últimos y Candil no pudieron seguir el ritmo del checo en la subida y se descolgaron. Petrus se quedó en cabeza y unos kilómetros después fue alcanzado por otro grupo de fugados en el que marchaban entre otros, Jesús Merino (Trasmiera), Chalapud (Colombia) y Herrada (Caja Rural), cuya intención no era otra que puntuar en la cima de Palombera para la general de la montaña. Y lo consiguieron. Herrada pasó en primer lugar por la pancarta de puerto, seguido de Chalapud y Petrus. Pero en la bajada de Palombera, estos escapados fueron alcanzados por el grupo, en el que mandaban el líder y sus compañeros. Habían hecho un ascenso quedejó roto el pelotón. Duarte y los suyos se lanzaron sin pereza en el descenso. Por Fontibre, había dos grupos grandes, el uno perseguido por el otro. Por delante estaba el líder, Fabio Duarte, con tres de sus compañeros; y por detrás, cortados e intentando pillar, algunos de los que se estaban jugando la general. Los 'colombian-boys' siguieron a tirando a bloque, pero el terreno, la bajada de Las Hoces, no les acompañaba. Por fin y después de unos cuantos kilómetros de desgaste gratuito, el equipo Café de Colombia levantó el pie y volvió a unirse el pelotón.
No tardó mucho en romperse de nuevo la calma. Por Arenas de Iguña (km 91) atacaron el vasco Beñat Urain (Orbea), Gael Malacarne (Bretagne) e Iriarte (Lizarte). Este último no pudo aguantar la pedalada de sus compañeros de fatigas y plegó. Pero Malacarne y Urain comenzaron a hacer hueco. Subiendo el puerto de Castillo Pedroso, los dos fugados aventajaban en 3.15 al cántabro Eloy Carral (Cueva El Soplao), que ayer hizo una gran etapa, y en 3.45 al pelotón controlado por el Café de Colombia. El corredor de La Montaña puso todo de su parte para cazar a los de delante, pero estos rodaban a mil. Además, por detrás del cántabro saltó el ruso Arkimedes Arguelyes (Itera) y Carral prefirió esperarle y viajar acompañado. Los dos se juntaron en Soto (km 117). Antes de esto, en la bajada de Castillo Pedroso, el líder había perdido a uno de sus gregarios más importantes, Alex Cano Ardila, que se cayó bajando y se golpeó la cadera izquierda. El primo de Mauricio Ardila tuvo que se trasladado al hospital y, según las primeras pruebas, no presentaba ninguna rotura.
Volviendo a la carrera, la situación en el alto de San Martín era la siguiente: por delante, los dos escapados de la jornada (Urain y Malacarne), a dos minutos, Carral y Arguelyes; a 4.30, otro cántabro, José Manuel Gutiérrez; y a cinco minutos y medio un pelotón pensando en la etapa del día siguiente.
Por la localidad de Sarón (km 142), el pelotón absorbió a José Manuel Gutiérrez, pero por delante el panorama era el mismo. La pareja de cabeza mantenía la distancia con respecto al segundo dúo protagonista, en el que Eloy Carral y el ruso se vaciaban por cazar. Al final no pudieron conseguirlo, porque a diez kilómetros de meta, Malacarne dio un nuevo acelerón y dejó descolgado a Urain. Se fue para la meta de Torrelavega volando bajo. En el velódromo Óscar Freire entró como ganador y dedicando su triunfo a su mujer. A dos minutos del vencedor acabaron Arguelyes y Carral; y a 2.43, el pelotón encabezado por Juan José Lobato, que sigue sin estrenarse en una llegada. Allí, metido en el paquete, entró el líder Fabio Duarte, sonriendo como siempre. Según pasó la meta y mientras era aclamado por ese grupo de compatriotas que están siguiendo la prueba y que se hacen notar en cada llegada, Duarte preguntó cómo estaba su compañero Cano. Cuando su masajista le dijo que bien, el líder empezó a pensar en la etapa que hoy le aguarda. Una jornada que decidirá quién gana y quién pierde este Circuito. En la meta de Santo Toribio, el maillot plata brillará más que nunca lo lleve quien lo lleve.

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