El pedalista venezolano José Rujano (Gobernación del Zulia) siguió como líder general de la Vuelta a Colombia 2009 después de que fuera anulada la décima etapa del giro nacional entre Caldas y Manizales por un deslave ocurrido cuando la carrera completaba 105.6 kilómetros de los 167.2 de los que constaba el trazado oficialmente.

Sin embargo, el punto de inflexión de la jornada no estuvo en el derrumbe sino en la negativa de los corredores y técnicos a continuar una vez fue despejada la vía, gracias a la intervención del Ministerio Nacional de Obras Publicas y la Policía de Carreteras. Los directivos de los equipos adujeron la protección de la salud de los corredores que ya completaban dos horas parados bajo una temperatura superior a los 35 grados.

La Etapa

Por primera vez en 59 años de historia, una etapa de la Vuelta a Colombia fue interrumpida abruptamente por un deslizamiento de tierra que matizó por completo la disputa de la décima jornada que aun sin saber lo que pasaría mas adelante tomaba la partida partía puntual desde el municipio de Caldas en el departamento de Antioquia.

Rumores en el lote apuntaban a una confabulación de equipos colombianos para unirse en contra de Rujano pero todo estaba en el terreno de la mera especulación ante lo sucedido en las etapas que arribaron a Cartago y a Sabaneta donde se vio la fuerte rivalidad entre las escuadras colombianas que fue muy bien capitalizada por el flamante líder patriota.

El encuentro con la montaña llegaba muy rápido y de salida el lote debía enfrentarse de nuevo a un puerto, solo 24 horas después de la despiadada etapa que arribó al Escobero. El Alto de Minas, no obstante, ofrecía su cara “amable” y pocos corredores perdían la rueda del grupo que ascendía en punta y que controlaba Manuel Medina, principal escudero del líder José Rujano.

El Lotería de Boyacá apuraba el paso ante la inminencia del puerto y la cercanía de Javier Gonzáles con el líder de la montaña, el propio portador de la camiseta roja, José Rujano. Juan Pablo Wilches (Néctar de Cundinamarca) le ganaba el pulso a Gonzáles que demostraba la resignación de algunos equipos a luchar por camisetas ante el claro dominio del venezolano en la etapa de Letras.

El lote Rujano iniciaba el largo descenso de casi 40 kilómetros hasta La Pintada con corredores retrasados en la cima del puerto. El campeón mundial Sub 23, Fabio Duarte (Colombia es Pasión) era uno de los que perdían tiempo en la punta de Minas. Duarte viene asolado por una afección estomacal desde la etapa que partió de Santa Rosa de Cabal de la que no ha podio recuperarse del todo.

Varias escaramuzas se presentaban en el descenso pero nada inquietaba los nervios de Rujano que ha demostrado en esta Vuelta a Colombia que es un corredor 1A al defenderse en todos los terrenos. El grupo compacto finalizaba el descenso para iniciar la travesía entre La Pintada e Irra donde tendrían lugar tres metas volantes.

Juan Carlos Torres (Néctar de Cundinamarca) recogía los puntos en la primera MV ante la ausencia en el paquete principal de los dos primeros inquilinos de la general de los sprinters, el venezolano Arthur García (Lotería del Táchira) y el colombiano Wbeimar Roldán (GW-Shimano). Ambos corredores perdían la rueda en el ascenso y se encontraban en un grupo ya distanciado de la punta.

Seis corredores se lanzaba en la primera aventura de la jornada en un grupo conformado por: Oscar Álvarez y Freddy Piamonte (UNE-EPM), Francisco Mancebo (Rock Racing), Robinson Chalapud (Colombia es Pasión), Uberlino Mesa (Lotería de Boyacá) y Wilson Cepeda (Boyacá es para Vivirla).

El sexteto empezaba a darse cambios para obtener diferencia cuando recibía a nueve integrantes mas para conformar una fuga de quince unidades. Juan Pablo Wilches (Cundinamarca), Flober Peña (Estudiantes de Tunja), Hernán Darío Muñoz (UNE-EPM), Javier Gonzáles y Yoedison Bustamante (Lotería de Boyacá), Raúl Saavedra (Gob. Zulia), Juan Pablo Suárez (Orgullo Paisa), Jesús David Castaño (Orgullo Paisa) y Freddy Gonzáles (EBSA) pasaban al frente de la carrera.

Rujano no se despeinaba ante la poca peligrosidad de los hombres en fuga cuyo mejor componente era Javier Gonzáles en la casilla 13 de la general a más de 12 minutos. Los escapados se internaban en el cañón del río Cauca donde reinaban temperaturas por encima de los 35 grados y una ventaja en su favor respecto al lote Rujano de más de un minuto.

Paco Mancebo (Rock Racing) le daba tiempo a los escapados en la segunda MV donde registraban tres minutos de diferencia respecto a Rujano que viajaba tranquilo en un grupo de no mas de 40 unidades. Entre los punteros el joven corredor de la Lotería de Boyacá, Yoedison Bustamante, intentaba atacar cuando venía la noticia que partiría la etapa en dos.

Un deslizamiento de tierra, piedras y árboles acababa de presentarse a solo algunos kilómetros del grupo de punteros bloqueando por completo la carretera por lo cual la bandera roja se iba arriba con la orden a los corredores de detenerse inmediatamente. Algunos carros de medios y miembros de la policía vial ya habían pasado por el lugar del incidente lo que convertía en un verdadero milagro el hecho que no hubiera nada que lamentar.

La etapa quedaba varada exactamente en el kilómetro 105 de competencia y los comisarios empezaban a barajar hipótesis. Algunos se decantaban por dar por terminada la carrera en ese punto dando ganador a Yoedison Bustamante (Lotería de Boyacá) pero el comisario internacional cubano, Rolando Vera, sacaba el reglamento de la UCI y decretaba que la carrera esperaría dos horas para ver si el incidente se podía solucionar.

El desorden era absoluto con corredores y equipos incluso desobedeciendo las ordenes del director de la policía vial en la carrera que pedía el favor de no acercarse a la zona del derrumbe por el peligro de mas deslizamientos y pasaban a pie o en bicicleta rodeando las piedras resbaladas.

Las deliberaciones en el grupo de comisarios continuaban cuando se anunciaba que la maquinaria del Ministerio de Obras Publicas se encontraba coincidencialmente a solo cuatro kilómetros y no tardarían en empezar su tarea de remoción del deslizamiento dándole fuerza a la teoría de Vera de relanzar la etapa desde ese punto.

Sin embargo el calor y el paso de las horas empezaban a agotar la paciencia de los corredores que abogaban por una anulación de la etapa. La situación si precedentes llevaba al director de la carrera, Fernando Florez, a ir en contra del sentido común y seguir en la idea que la etapa debería reiniciarse una vez superado el impase.

Las maquinas despejaban uno de los carriles y los comisarios se disponían a lanzar la carrera de nuevo tal y como había sido interrumpida con 15 corredores adelante y a tres minutos el grupo del líder Rujano. Sin embargo, el pelotón entero que incluía deportistas, técnicos y directivos no quería saber nada más de la etapa y se rebelaban contra Vera que seguía esgrimiendo el reglamento de la UCI.

Casi dos horas se completaban y empezaba un tire y afloje entre corredores y comisarios por reanudar la etapa. El propio líder José Rujano encabezaba la protesta y se negaba a subir a su bicicleta. De su negativa hacían eco también las voces de ciclistas experimentados como Víctor Hugo Peña y Santiago Botero que le pedían a los comisarios anular la etapa para proteger la salud de todos los deportistas quienes ya presentaban cuadros de deshidratación y falta de alimento.

Finalmente Vera cortaba por lo sano y convocaba una cumbre de directores deportivos en la que se decidiría por voto. El “No” ganaba rotundamente y los árbitros de la carrera no tenían mas remedio que decretar nula la etapa pues solo se había completado 56 % del trazado y el reglamento es claro en que debe cumplirse el 70% para que sea valida.

Se acordaba que a cinco kilómetros de la llegada se daría una partida protocolaria para cumplir con una llegada a Manizales en grupo y una ceremonia de premiación con los mismos lideres del día anterior terminando así una nueva etapa de esta Vuelta a Colombia a la que ya no le van a faltar ni siquiera los incidentes extraciclísticos.

El patriota José Rujano (Gobernación del Zulia) sigue siendo dueño y señor de la camiseta roja con Freddy Montaña (Boyacá es para Vivirla) estacionado a 3:54 y Santiago Botero (Orgullo Paisa) a 4:50 completando el podio de una general que no se movió en un segundo ante la nulidad de la décima jornada.

La ronda nacional afrontará mañana su undécima etapa con un trazado entre Manizales y Guaduas sobre 167.3 kilómetros con un nuevo juez en el camino. El PM fuera de categoría en el Alto de Letras (Km. 38.6) probará una vez más las cansadas piernas del lote que posteriormente deberá afrontar un descenso de casi 80 kilómetros hasta Mariquita.

El postre será el PM de segunda categoría en el Alto de la Mona (Km 159.6) antes de entrar en la meta. Etapa más que para escaladores, para kamikazes del descenso que pueden terminar la peligrosa bajada con ventaja suficiente para ganar la etapa que esperamos mañana sí llegue a feliz termino.

www.revistamundociclistico.com



Misschien ook interessant: