Andrey Amador (1986, Movistar Team) disputa su quinto Giro de Italia, una carrera en la que ha conseguido los mejores resultados de su palmarés, ganó una etapa en 2012 y alcanzó el cuarto puesto final el año pasado. Este año, su misión es estar al lado de Alejandro Valverde para luchar por ganar, como ya consiguió con Nairo Quintana hace dos años.

Fue su primera grande en 2010 con solo 23 años y se enamoró de la carrera rosa, un idilio que ha aumentado en intensidad. “Es una carrera que me encanta, tiene algo: desde el primer año que la hice con David Arroyo que vistió la maglia rosa –acabó segundo-, luego el que ganamos con Nairo (2014), cuando gané mi etapa (2012), el año pasado en la lucha por el podio… Tengo mi corazón en esta carrera. Es una época que se me adapta bien, abril o mayo, y sé llegar en forma”, destaca desde Italia.

“Cuando gana un compañero, como Nairo hace dos años, es una alegría, no me quiero imaginar lo que puede sentir él, con Alejandro es más de lo mismo. Ojalá pueda conseguir sus resultados y los del equipo, y yo estar a lo que nos necesiten”, añade.

Este 2016, empezó igual de bien, tercero en la contrarreloj inaugural, e incluso soñó con la maglia rosa, aunque el calor le sofocó en la llegada a Praia a Mare. Ahora se mantiene 18º, a 50” de Dumoulin. Su trabajo, sin embargo, es otro. “Estamos para apoyar al grupo y arropar a Alejandro que es el líder indiscutible. Estoy muy motivado para lo que viene y poder aportar al equipo. Y en lo personal, estoy contento por alcanzar ese nivel que tanto he buscado. He hecho lo mismo que el año, creo que estoy a un nivel similar, espero que mejor”, destaca.

Él debe ser el segundo hombre fuerte del Movistar Team y está dispuesto a recoger el testigo de Valverde en caso de que el murciano pueda fallar por las circunstancias que sean. “Si me preguntan esto el año pasado, digo que no, pero entonces demostré que pude estar a la altura. No me daría miedo el poder estar ahí, aunque esperemos que no ocurra nada negativo y que todo pueda seguir según lo planeado”, afirma.

Y tras el Giro no descarta el reto del Tour de Francia y de cumplir el sueño amarillo de Nairo Quintana. “Normalmente, no se dobla Giro y Tour, pero estoy abierto y siempre es un orgullo estar en un Tour y con Nairo. Eusebio (Unzué) tiene que planear. Yo disfruto del día a día, con pasión, y a darlo todo por el equipo siempre que estemos en buenas condiciones”, asevera.

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