El portugués Rui Costa se ha impuesto en la sexta etapa del Critérium del Dauphiné entre Saint-Bonnet-en-Champsaur y Villard-de-Lans-Vercors, con 183 kilómetros de recorrido. Adelantó a Vincenzo Nibali, que es el nuevo líder, en los últimos metros y superó en más de medio minuto a Alejandro Valverde y Tony Gallopin, con quienes, junto a Tony Martin, protagonizó la gran fuga del día. Chris Froome, Tejay Van Garderen y Beñat Intxausti se dejaron 2:12.

La etapa, con varios puertos de escasa entidad y el Rousset, de primera categoría, a 50 de la meta, entró en ebullición desde los primeros kilómetros, con los favoritos pugnando por entrar en la escapada definitiva, que se consolidó en el puerto de Croix-Haute, de segunda categoría, donde Tony Martin comenzó las hostilidades.

Purito Rodríguez fue de los primeros en acusar el golpe de pedal tan violento de la mayoría de los favoritos, aunque terminaría recuperado. Vincenzo Nibali, Alejandro Valverde y Rui Costa, que habían perdido tiempo el jueves en Pra-Loup, contraatacaron sin éxito, pero consiguieron dejar al pelotón principal reducido a una veintena de unidades con el líder Tejay Van Garderen y el británico Chris Froome, Romain Bardet, Simon Yates, Daniel Martin y otros como Beñat Intxausti, que pronto se descolgarían.

Nibali atacó en el descenso del Croix-Haute y tomó ventaja hasta coronar el siguiente puerto, Grimone, de tercera categoría. Al contraataque, tras el descenso, Gallopin, Valverde, Tony Martin y Rui Costa alcanzaron al campeón italiano a 100 kilómetros de la meta.

El grupo de Van Garderen y Froome no se puso de acuerdo en la persecución y la diferencia fue creciendo hasta los tres minutos y medio al pie del Rousset, que coronaron Nibali, Valverde y Rui Costa con 25 segundos de ventaja sobre Gallopin y Martin, que volvieron a enlazar en el descenso, ya bajo la tormenta que descargó muchísima agua. El alemán terminó por descolgarse, completamente exhausto.

En el grupo intentaba controlar el Ag2R de Romain Bardet, pero sin demasiados elementos, pero a unos 30 kilómetros de la llegada se organizó el Tinkoff Saxo, que presenta al croata Robert Kiserlovski como líder y, posteriormente, el BMC del jersey amarillo, Van Garderen, pero las diferencias se mantenían en torno a los tres minutos a solo 15 kilómeros de Villard-de-Lans.

Apenas faltaban cinco kilómetros cuando Romain Bardet resbalaba en el asfalto mojado, sin mayores consecuencias que perder el maillot blanco en beneficio del australiano Simon Yates, que saltó del pelotón para ganar la prenda y puestos en la general. Mientras tanto, delante, comenzaba la lucha por el triunfo de la etapa con el arreón esperado de Gallopin a quien no respondieron sus tres compañeros de escapada.

Nibali esperó a soltar su dentellada a un kilómetro y medio de la meta, en una rampa sostenida al 6%, pero por detrás apareció Rui Costa, en la reedición del Mundial de Florencia 2013, rivales y lluvia incluidos. Adelantó en los últimos metros a Nibali y ganó la etapa. El portugués es segundo en la general y Alejandro Valverde, tercero.


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