Alejandro Valverde se adjudicó la última etapa de la Volta a Catalunya que este domingo terminaba en Barcelona después de ocho pasos por el Alto de Montjuic. El murciano lograba así su tercer triunfo en esta edición y roza la general final quedándose a tan sólo 4 segundos del vencedor, Richie Porte. El australiano suma a la París-Niza la ronda catalana en lo que va de temporada.

A un suspiro de 4 segundos. Ese es el tiempo al que se ha quedado Alejandro Valverde de dar la campanada en la Volta tras imponerse en la última etapa de la edición de 2015. Una edición en la que sale como segundo de la general, pero sobre todo con tres sensacionales victorias de etapa: Olot, Valls y ahora Montjuic.

Un excelente estado de forma el suyo pese a que el lunes en Calella llegaba casi sin dormir y con casi 300 kilómetros en las piernas tras la Milán-San Remo de hace justo una semana. El murciano, pese a ello, ha vuelto a demostrar en una carrera que ya ganó en 2009 que su espíritu combativo y ambicioso no tiene límites. Su equipo, el Movistar Team, intentó poner en apuros a Richie Porte, pero fue imposible.

Se fue muy rapido durante toda la jornada y, pese a bonificar 2 segundos en el primer sprint intermedio, nada pudo hacer Valverde para dar la campanada. La escapada del día, compuesta por Arroyo (Caja Rural-RGA), Rutkiewicz (CCC) y Pedraza (Colombia), tampoco ayudó. Ellos se llevaron los segundos del segundo intermedio y todo se decidiría en el sprint. Daniel Martin lo intentó desde lejos, pero se quedó en nada su ataque.

El irlandés lo intentó de nuevo en Montjuic, pero fue imposible. Valverde, que venía con muchas ganas de romper la carrera y abrir hueco, lo intentó, pero pronto se le pegaron Pozzovivo y Porte. Así llegaron a la recta final, con Rojas lanzando a su líder, que volvia a ser el mejor al sprint. Cuarto triunfo del año para él con las tres de la Volta y el Trofeo Serra de Tramuntana de la Challenge de Mallorca. Por su parte, Richie Porte, que dejó muy enfilado su triunfo en la etapa reina de La Molina, suma su segunda victoria consecutiva tras la París-Niza y dejar bien claro que en el Giro se lo pondrá muy difícil a Contador, que poco a poco se recupera de las heridas de ayer.



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