El italiano deja casi sentenciado el Tour tras una nueva exhibición en la montaña
Valverde, que lo intentó, es ahora segundo en la general tras la minutada de Porte

Vincenzo Nibali dio carpetazo al Tour de Francia con una nueva demostración de poderío en la montaña. El italiano pudo de nuevo con todos en un nuevo final en alto, esta vez en Chamrousse, que le dejó en bandeja una ronda gala que, salvo sorpresa inesperada, ya está casi sentenciado. Alejandro Valverde no pudo aguantar su ritmo, pero terminó el día como segundo en la general.

Si quedaba alguna duda de que la 'Grande Boucle' tiene ya casi decidido su ganador, hoy se despejó por completo. Nibali no tiene rival. Parecía que su liderato podía verse algo amenazado durante la larga subida al Chamrousse, pero el italiano se encargó de volver a dejar claro quién manda en este Tour. Tres victorias de etapa y nueve días vistiendo de amarillo (y desde hoy, maillot de la montaña) avalan a un corredor que está cerca de ganar la que será su primera ronda francesa.

El duro puerto, de cerca de 18 kilómetros, puso a cada uno en su sitio. Ya en sus primeras rampas se vio cómo corredores como Kwiatkowski cedían terreno. El polaco ya había sufrido durante el día y el ascenso final le remató. 'Purito' volvió a dejar claro que su batalla en este Tour es otra. Culpa de ello tuvo el Movistar, que de la mano de Gadret puso un ritmo durísimo que hizo una gran primera selección.

De Marchi, que rodaba escapado, fue fácilmente neutralizado. Todo iba según lo previsto hasta que, a 12 para la meta, Richie Porte, segundo en la general, se descolgó. El australiano, tirado por Mikel Nieve, dijo hoy adiós a sus opciones de estar en el podio de París. Una temporada llena de complicaciones y llegar a Francia como gregario y no jefe de filas han terminado por tumbar al del Sky.

Luego llegarían los ataques. Pinot fue uno de los primeros en mover el árbol y luego vino Konig. El del NetApp, muy valiente, se fue para arriba seguido de Majka, que nada tenía que perder. Los favoritos no se movían hasta que, poco después, Valverde, decidido, lo intentó desde lejos. Pero Nibali y Pinot supieron responder al envite del murciano. Los tres, a los que luego se les uniría Ten Dam, guardaban, de momento, un pacto de no agresión.

Pero Nibali quería dar la puntilla y, a seis para el final, salió como un cohete para dejar sentados a Valverde y Pinot, que nada pudieron hacer. Poco le costó al italiano alcanzar a Konig y Majka, a los que, acto seguido, dejaría atrás yendo a su ritmo. Ni siquiera le hizo falta atacar. Algo que sí hizo, nuevamente, Valverde, aunque sin éxito. Pinot se pegó bien a su rueda.

Por detrás, Van Garderen y Bardet se organizaban para la remontada. No llegaron a alcanzar al Movistar y el FDJ, pero perdieron menos de lo que cabía esperar en un principio. Y así se llegó a la meta, con Nibali alzando de nuevo los brazos en un Tour que lleva su nombre. Majka y Konig completaron el podio del día y Valverde, que todavía tenía algo de fuerzas, sprintó para quedar cuarto y rascar unos pocos segundos a Pinot.

El del Movistar es ahora segundo en una general que, salvo Nibali, que parece inalcanzable, está más apretada que nunca. Habrá emoción hasta el final de la carrera, aunque sólo sea para ver cómo quedará configurado el podio de París. Este sábado, nueva ocasión para seguir confeccionando la tabla con un nuevo final en alto, el de Risoul.



www.marca.com



Misschien ook interessant: