Una fuga multitudinaria rompía el altísimo ritmo del pelotón en el kilómetro 50 de carrera. No hay cambios importantes en la general.

Eros Capecchi (Liquigas) tenía 21 años cuando ganó en 2008 la Euskal Bizikleta con el Saunier Duval de Matxin y Gianetti. Desde entonces, no ha dejado de ser una de las jóvenes perlas del pelotón hasta que este jueves, con 24 años, se ha apuntado su primera gran victoria en el Giro de Italia. Sus compañeros de fuga, Pinotti (HTC) y Seeldraeyers (Quick-Step), ha sido testigos de su bautizo en San Pellegrino.

La decimoctava etapa de este Giro de Italia no llevaba intrínseco todos los ingredientes que suelen saborearse en una jornada de la Corsa Rosa. El final era tranquilo, sin emboscadas con repechos y estrechamientos, y en la bajada del único puerto del día, el Passo di Gande, no hubo ataques.

Durante la primera hora entre Morbegno y San Pellegrino Terme de la etapa el pelotón voló. Casi literalmente. En el kilómetro 55 de los 150 que tenía la jornada de hoy la velocidad media del gran grupo era de 53 Km/h. Había que montar en moto para poder escaparse.

Pero poco después Saxo Bank, Lampre y Liquigas bajaron el ritmo. Dieron rienda suelta a los hambrientos de este Giro y más de una veintena de corredores se lanzaron a la aventura.

Carlos Sastre (Geox), Jesús Hernández (Saxo Bank) o Ángel Vicioso (Andrioni), que quería repetir, estaban entre los valientes. Pero tras algunas embestidas, fueron Downing (Sky), Capecchi (Liquigas), Pinotti (HTC), Pineau y Seeldraeyers (Quick Step) y Brambilla (Colnago) los que llegaron primero a los pies del Passo di Ganda (2ª categoría).

Un cambio de ritmo de Eros Capecchi, el escalador por pulir del Liquigas, se llevó a Marco Pinotti y Kevin Seeldraeyers hacia la cima. La subida contemplaba una media del 7,3%, un inicio duro y un final con rampas de hasta el 15%. Pero la gran colaboración de esta terna daba pistas sobre quién iba a jugarse la victoria. En el descenso bajaron a unos 70 Km/h.

Los grandes no se mueven
Fueron ellos tres. Porque por detrás Lampre tiraba sólo para aparentar ritmo (la ventaja de los tres fugados subió de cuatro a siete minutos en la bajada) y Nibali, del que se elogia su bajada hasta límites insospechados, volvió a ser un el Tiburón vegetariano.

En la llegada de San Pellegrino las apuestas daban al veterano Pinotti, de 35 años, como ganador. Era el más tranquilo. Seeldraeyers y Capecchi lo miraban, él vigilaba por detrás. Seeldraeyers, mejor joven del Giro de Italia en 2009, quería demostrar que ya tenía calidad para luchar por victorias y clavaba su mirada en el italiano del HTC a 800 metros de meta.

Pero el rival era Capecchi. El de su quinta. El joven corredor italiano, alguna vez señalado como el gran diamante en bruto del pelotón internacional, aprovechó la libertad que le entregaron en Liquigas el día de hoy para celebrar su bautizo en San Pellegrino.

Entre los 'capos' de la clasificación general no hubo cambios. Sólo más respeto hacia la 'maglia rosa' de Alberto Contador. Pinotti y Cataldo, escapados hoy y que figuran en el top 20 del Giro, si escalaron algunas posiciones importantes. Contador está a tres días de vestir su segundo 'rosa' para siempre.

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