EL CÁNTABRO ROMPE LA BICICLETA Y LA CALA DE SU ZAPATILLA

El peor puesto de Óscar Freire en la Milán-San Remo, una clásica que ha ganado tres veces, tantas como Mundiales, era el octavo, en 2008. Hoy, sin embargo, se ha tenido que conformar con el puesto 94, a 5:23 del ganador. Una caída le ha dejado sin opciones

Faltaban, aproximadamente, 76 km para la meta cuando en el descenso de Le Manie el cántabro Óscar Freire se ha ido al suelo: "Iba delante, entre los 10 primeros, porque como estaba lloviendo sabía que la carretera estaba peligrosa", explica a MARCA el tres veces campeón del Mundo mientras regresa en coche a su casa de Suiza. "Me he levantado con rapidez, pero apenas he podido reemprender la marcha porque tenía la cadena fuera y la rueda delantera rota. También el taco de la zapatilla".

Ayudado por sus compañeros del equipo Rabobank, Freire ha cambiado de bicicleta y, no sin problemas, también de zapatillas, "pero después de la caída ya no había remedio", puesto que el primer grupo de favoritos, en el que iba Goss, a la poste ganador, volaba hacia la línea de meta. "Todo se ha cortado bajando. Abajo tenía 2:40 de retraso", sigue explicando el cántabro. "He corrido bien", añade Óscar resignado, "pero no he tenido suerte. Me he caído cuando menos lo esperaba", porque llevaba los cinco sentidos sobre el asfalto.

"Se ha puesto a llover justo cuando llegábamos a las zonas más complicadas. Era una curva a la derecha, en herradura, y por tanto muy lenta, pero se me ha ido la bici y me he caído. Otros se han caído antes y otros después", y entre ellos también Cavendish y Hushovd, "porque la carretera estaba muy peligrosa. Me sentía bien y estaba corriendo delante, como hay que correr, pero no he tenido suerte. Era mi décima Milán-San Remo y, aunque una vez tuve que poner el pie en el suelo, es la primera vez que me caigo, así que tampoco me puedo quejar".

Apenas ha sufrido golpes, "chapa y pintura" que dicen los ciclistas, pero regresa a casa con un dolor en la rodilla derecha: "Como he tenido que cambiar de zapatillas, se me ha resentido. Espero que no sea grave, porque el próximo domingo tengo que correr la Gante-Wevelgem", que por cierto ya ganara en 2008. "Por lo menos sé que de forma estoy bien", zanja esperanzado.

Tras la clásica belga, Freire disputará la Vuelta al País Vasco, la Flecha Brabançona, la Amstel, la Flecha y la Lieja. Después, en mayo, el Tour de California. Puesto que este año no disputará ni el Giro ni el Tour, en buena lógica llegará más descansado a la Vuelta a España y al Mundial, que serán sus objetivos del final de temporada.



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